Hoy estoy muy feliz y de esto va el episodio de hoy, el poder y la fuerza que tiene aceptar las cosas buenas que te pasan y que hagas que pasen. Creer en ti y alzar la cabeza para recibir los cumplidos.
Shaloming proviene de la palabra hebrea shalom, que su significado va más allá de paz, pues habla también de completar, plenitud, retribuir y alegría entre otras. Al hablar de Shaloming estamos refiriéndonos a hacer actos para nuestro bienestar y el de las demás personas. Es saber que cuando yo alegró a alguien me siento bien y me estoy beneficiando de mis acciones.
Además, uno de los beneficios principales cuando hacemos shaloming, es que mejora nuestra salud.
Cuando nos sentimos tristes o deprimidos y no hay nada que nos haga sentir mejor, es momento de probar algo nuevo. Decidir pararnos de la cama y voltear a ver al mundo con otros lentes. Ver que podemos hacer para ayudar al otro y hacerlo sentir bien. De esta manera ya comienzas a hacer shaloming. Vamos a dejar de darle demasiada importancia a nuestra situación y comenzaremos a despertar la empatía por el otro, lo que nos indicará que tenemos que hacer para ayudarlo. De esta manera nosotros presentaremos algunos beneficios como:
Ser mas feliz debido a que se estimula algunas de las hormonas, como la oxitocina que es la responsable de las sensaciones cálidas de satisfacción y felicidad y la hormona serotonina que es un ingrediente presente en muchos antidepresivos, disminuye la sensación de ansiedad y aumenta la felicidad. Ser amable también libera endorfinas, los analgésicos naturales del cuerpo. Las endorfinas afectan al cerebro como las drogas, al liberar la llamada “euforia del ayudante”, similar a la euforia del corredor que se siente después de hacer ejercicio. En su libro The Five Side Effects of Kindness, el autor David R. Hamilton dice que la amabilidad produce una “euforia totalmente legal”.
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